Vamos a ser claros antes de que sigas leyendo. Mi Band 3 de Xiaomi es una pulsera básica. La compañía cuenta con otros modelos más avanzados y, por tanto, de mayor precio. Incluso hay otras marcas que ofrecen pulseras menos completas y más caras. Esta propuesta de Xiaomi es básica y cuesta 29,99 euros. ¿Quién da más por ese precio? Nadie.
Hace poco que Xiaomi ha lanzado Mi Band 3 en España. El nuevo modelo recoge el testigo de Mi Band 2 con ciertas mejoras. Y muy acertadas. Este «smartwatch» tiene una relación calidad-precio insuperable.
Mi Band 3 cuenta con una pantalla OLED más grande y táctil, además de notables mejoras en las alertas y notificaciones. A diferencia de su predecesora, permite navegar por los menús deslizando hacia arriba: hora/fecha - pasos - ritmo cardíaco (que puedes medir manteniendo pulsado el botón unos segundos) - tiempo - ejercicio (cuya actividad puedes iniciar directamente con la pulsera sin necesidad de hacerlo desde la aplicación del móvil Mi Fit, como venía siendo habitual. También podemos ver las estadísticas de entrenamiento en tiempo real simplemente mirando la pantalla táctil y se acumulan los datos históricos) - notificaciones (que incluso puedes leer y borrar) - Más.
Sin embargo, hay que ponerle una pequeña pega a la pantalla: a la luz del día se ve regular, como ya sucede con la Mi Band 2. Pero la sincronización de los datos con la «app» MiFit es muy buena.
También se puede navegar por los submenús si deslizas hacia la derecha e izquierda. En «Pasos» podemos ver la distancia recorrida, calorías quemadas y nivel de batería; en «Tiempo», la previsión meteorológica para los próximos tres días y en «Más» puedes cambiar el visor de la pantalla del «widget» del reloj (hay tres opciones), activar el cronómetro, el modo silencioso o localizar el «smartphone».
El sensor del cuerpo principal presenta un panel de visualización OLED de 0,78 pulgadas, algo más grande. Igualmente, es diseño unibody y acabado brillante, que incluye un botón acoplado que vale para activar ciertas funciones, como borrar mensajes o comenzar a leer el pulso, o botón de inicio. Este sensor va incrustado en la correa de elastómero termoplástico, un material muy suave, disponible en tres colores (negro, rojo y azul). El ajuste es cómodo aunque, los primeros días, cuesta cogerle el truco para abrocharla a la primera.
Resistente al agua
Con solo girar la muñeca, tenemos la opción de que se active la pantalla. Si nos llaman al móvil, la pulsera vibra y, además, podemos colgar o silenciar la llamada. También cuenta con una función de alarma vibratoria independiente que funciona incluso cuando el «smartphone» está apagado.
Su resistencia al agua es de 50 metros, una gran mejora respecto a la resistencia al agua IP67 de Mi Band 2 (a prueba de salpicaduras o duchas). Nos hemos bañado con ella en la piscina y sigue intacta. El problema es que no hay modo natación a la hora de registrar el entrenamiento. Solo existen cuatro: correr al aire libre, cinta de correr, ciclismo al aire libre y caminar. Algo escaso.
Con respecto a la monitorización del sueño, los datos que recopila son bastante acertados, como sucede con el ritmo cardiaco. La fiabilidad del 100% en estos casos no existe, pero sí sabe a la hora que me acuesto, que me levanto o el tiempo que he estado despierta. Controlar las horas de sueño profundo o ligero que dormimos es algo imposible para cualquiera. Y un pequeño detalle que me ha gustado bastante es que podemos activar el «Modo nocturno» para que el brillo de la pantalla de la pulsera se reduzca automáticamente por la noche.
Por último, Mi Band 3 de Xiaomi es un gran aliado para mejorar -o ponernos en marcha- con el deporte. Contabilizar los pasos diarios que andamos es muy útil, incluso sorprendente. Sirve para concienciarte y ponerte las pilas. Aunque solo salgas a caminar, puedes monitorizar la actividad y registrarla. Eres libre de marcarte el objetivo que quieras. Viene muy bien la «Alerta de inactividad»: la pulsera vibra si estás demasiado tiempo sentado.
La batería dura bastantes días. Según la compañía, 20, aunque ya sabes que depende del uso que le des. Yo la he estado usando durante 10 días y no he tenido que cargarla. Para ello, hay que extraer el sensor de la pulsera (algo engorroso) y enchufarlo con su cargador exclusivo (otro cable más para la colección).
No tiene GPS, ni NFC, y la pantalla, a plena luz del sol, cuesta verla. También le faltan rutinas de ejercicio. Pero volvemos al principio. ¿Qué queremos por 29.99 euros?
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